Esta técnica de tratamiento destruye la celulitis localizada, las grasas que no se eliminan con dietas y ejercicios y obtiene una apreciable reducción de volumen. Su único riesgo es un ligero hematoma.
Esta técnica se suele utilizar combinada con la mesoterapia y consiste en la aplicación de agujas muy finas, parecidas a las utilizadas en acupuntura, que se insertan en el tejido graso hipertrofiado. A través de estas agujas se hace pasar una corriente de baja intensidad y baja frecuencia que genera unas contracciones en las fibrillas del tejido conjuntivo subcutáneo. Dichas contracciones hacen que las células grasas o adipocitos se vuelvan más permeables y eliminen las grasas que contienen en su interior. Más tarde esta grasa será eliminada a través de la orina por lo que es de suma importancia que el paciente ingiera agua durante el tratamiento para ayudar a la eliminación de estos depósitos grasos.
La electrolipólisis aumenta considerablemente la actividad y la renovación celular, mejora la circulación local y favorece la producción de ciertas hormonas que están relacionadas con la eliminación de toxinas y elementos de desecho. Con este tratamiento además los tejidos se tonifican y se nutren mejorando su elasticidad y textura.
La intensidad de la corriente dependerá de la propia sensibilidad del paciente. Casi siempre se inicia el tratamiento con una intensidad media-baja para irla incrementando a medida que se sucedan las sesiones con el fin de que el cuerpo se vaya acostumbrando. Cada sesión tiene una duración de 45 a 60 minutos.
Por término medio se precisan alrededor de 5 o 10 sesiones con una frecuencia semanal. El resultado se empieza a observar a partir de la cuarta sesión. Es necesario durante y al finalizar el tratamiento unos hábitos alimenticios sanos y la práctica de algún deporte al menos dos veces a la semana.
Los resultados dependen en gran medida de la antigüedad de la celulitis y de la calidad de los tejidos. En cuanto al volumen, la media es una pérdida de 2 cm a 5cm en el contorno de las caderas y de 3 a 4 cm en los muslos. En lo relativo al peso, lo normal es perder una media de 4 a 5 kilos.
Una vez finalizadas las sesiones el tratamiento sigue haciendo efecto pues parece que las células recordaran el proceso al que han sido sometidos. Este punto es importante pues el paciente sometido a electrolipólisis no engorda tras finalizarlo sino que consigue que el organismo se equilibre en su conjunto.
Beneficios de la electrolipólisis
Destrucción de la grasa localizada (efecto quema-grasa).
Tonificación de las estructuras cutáneas (efecto electro-mecánico).
Corrección del volumen corporal (efecto Joule).
Mejora de los procesos circulatorios y de eliminación de toxinas.
ref. elcuerpo.es
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